Un libro ameno, aparentemente frívolo, pero con importancia documental, que refleja muy bien una época y el surgimiento de un nuevo género periodístico: la crónica social.anfitrionas, como las condesas de montijo y de campo alange; las duquesas de fernán núñez, denia, santoña; las marquesas de la torrecilla, de squilache, de argüelles; mercedes cejuela, piedita yturbe y muchas más, son las protagonistas de este libro. También sus bodas, bailes, fiestas, tomas de almohada, cuadros vivos e incluso litigios, porque no todo fue rosa.cronistas de salones, creadores de una nueva forma de hacer periodismo, germen de la actual prensa rosa: desde bécquer hasta juan valera, kasabal, ramón navarrete, el padre coloma, alfredo escobar, almagro sanmartín o montecristo. Cronistas y anfitrionas llegaron a un acuerdo tácito en el que todos salían ganando: ellas mantenían su influencia y ellos conseguían acceso a donde nunca habían llegado, a la intimidad del poder. Pero ese pacto tuvo un precio. Las damas de la sociedad tuvieron que renunciar a una parcela de su privacidad y los periodistas, a una parte de su objetividad.